Apple lleva años sacando pecho de poner la privacidad en el centro, cueste lo que cueste (solo hay que fijarse en la batalla que ha mantenido con el FBI). La compañía de
Cupertino ha implementado numerosas medidas en iOS, macOS,
Safari, etc., para proteger los datos de sus usuarios. Una de estas iniciativas fue el marco de
Transparencia de
Seguimiento de
Aplicaciones (ATT), introducido en abril de 2021 con iOS 14,5.
Esta función consiste en ese mensaje que nos aparece al instalar una app por primera vez en el que nos pregunta si damos nuestro consentimiento para que la app rastree nuestro uso, con fines publicitarios, por ejemplo. Obviamente, ese mensaje es respondido por la mayoría con un "No". Algo que, que argumentaba que su negocio de publicidad se veía gravemente perjudicado por esta decisión.
Como cliente, es una herramienta brillante. Un simple botón que bloquea todo el rastreo que una app pueda hacer de nosotros. Algo parecido al típico "aceptar o rechazar cookies" de una página web, pero a nivel de la App Store. El objetivo de Apple era darnos más control sobre los datos que compartimos, algo que la propia Autoridad de la Competencia francesa reconoce como legítimo y beneficioso.