En los últimos años, el uso de obras protegidas por derechos de autor para entrenar modelos de inteligencia artificial ha generado un intenso debate legal y ético. Sin embargo, los límites de esta práctica siguen siendo difusos. Ahora, un nuevo movimiento en los tribunales ha dado un respiro a las grandes tecnológicas, inclinando la balanza a su favor.
La victoria (parcial) de Anthropic. Esta semana, la empresa detrás del chatbot Claude consiguió un fallo favorable.