La proliferación de chatbots con inteligencia artificial (IA) en los últimos años ha generado un debate sobre la saturación de este mercado. Si bien, la mejora del servicio al cliente y la personalización de la experiencia del cliente,
su uso excesivo puede generar problemas.Un exceso de chatbots puede confundir a los clientes, dificultando encontrar la información o el servicio que necesitan.
Los chatbots con IA genérica, pueden ofrecer respuestas repetitivas y poco útiles, creando una experiencia impersonal y frustrante para los clientes. La recopilación y el uso de datos por parte de los chatbots generan preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de la información personal.
Por otro lado,
algunos chatbots intentan imitar la conversación humana, lo que puede generar expectativas irreales y decepciones en los usuarios.
La batalla por la IA: Elon Musk contraataca con Grok Pero a
Elon Musk esto no le importa tanto. Sobretodo, porque el magnate estaba bastante molesto por el éxito de
ChatGPT. Como uno de los fundadores de
OpenAI, la empresa detrás
del chatbot más famoso del mundo, vio cómo su creación se convertía en un referente en la industria. Y fiel a su estilo, no se quedó de brazos cruzados: lanzó su propia
Inteligencia Artificial llamada
xAI con una aplicación llamada
Grok.