La pandemia obligó a las empresas a vaciar sus
oficinas, pero las bondades del teletrabajo han retrasado los planes de las empresas para
volver a llenarlas.
Grandes fondos de inversión, empresas de bienes raíces e incluso las propias empresas que las usan, han invertido ingentes cantidades de dinero en edificios de
oficinas que ahora están infrautilizados con una ocupación insuficiente y perdiendo valor de mercado. Eso les empuja en su empeño de
volver a llenarlas a toda costa.
Los empleados adoran el teletrabajo, pero las empresas no: una de cada tres empresas prevé eliminarlo o reducirlo en 2024
La rentabilidad del mercado inmobiliario es el trasfondo tras el que se articulan muchos de los planes de vuelta a la oficina de los principales compañías, dado que los datos han confirmado que el lugar desde el que se trabaja no tiene incidencia sobre la productividad de las empresas ni sobre el funcionamiento de sus modelos de negocio.
Resiclub Analytics publicaba en febrero que Paramount Group, uno de los mayores propietarios de
oficinas con sede en Nueva York, estaba estudiando ceder la propiedad de dos importantes complejos de
oficinas en San Francisco, acuciados por las deudas que iban a generar esos inmuebles. La inmobiliaria informaba a sus accionistas que el valor de mercado de los edificios había caído por debajo del importe de la deuda que habían contraído para comprarlos.