Hubo una época en la que soñar que una compañía alcanzase los tres
billones de dólares de cotización (tres millones de millones, por evitar confusiones con los trillones anglosajones), era prácticamente una quimera.
La primera compañía en hacerlo fue la Apple de
Tim Cook, que además progresó muy rápidamente desde el billón (2 de agosto de 2018), a los dos
billones (19 de agosto de 2020) y hasta llegar a sobrepasar los tres
billones (3 de enero de 2022). Sin embargo, la cotización de la compañía se ha mantenido estable desde entonces en torno a ese valor, mientras que la Microsoft de Satya Nadella fue capaz de seguir creciendo al hilo de la algoritmia generativa y llegó a superar a la marca de la manzana el 12 de enero de 2024.
El caso de Microsoft y de Nadella es especialmente interesante por su evolución histórica: mientras Bill Gates fue capaz de protagonizar una época de crecimiento y de incremento de valor de la compañía mientras el ordenador personal se establecía como el entorno dominante, una pérdida de oportunidades constante y una compañía cada vez menos destacado. Tuvo que llegar Satya Nadella para enderezar la marca de la empresa y ponerla de nuevo en el camino para volver a ser un actor destacado, y eventualmente llegar a ser la compañía más valiosa del mercado.