Como
nutricionista intento cuidar mi alimentación y la de mi familia cada día, siendo la
dieta mediterránea un modelo a seguir para mí. Por eso, te muestro siete platos sencillos que suelo preparar en casa y que me ayudan a acercarme a este estilo de alimentación tan beneficioso para el organismo.
La
dieta mediterránea es una de las alternativas más estudiadas y se trata del estilo de alimentación que tiene su origen en los habitantes típicos de la región del Mediterráneo durante los años 60, en que contaban con una de las esperanzas de vida más altas del mundo.
De vuelta a la
dieta mediterránea: todas las claves para practicarla de forma saludable y alejarnos de su occidentalización
Por aquellos tiempos, la
dieta mediterránea que tan beneficiosa resulta para nuestro cuerpo consistía en frutas y verduras diversas, cereales ante todo integrales, patatas, legumbres, nueces y semillas.
El aceite de oliva extra virgen es utilizado como más importante fuente de grasas en este tipo dietas, pero también se incluyen grasas de origen vegetal, especialmente las derivadas de nueces y otros frutos secos o semillas.
Cómo fuentes de proteínas además las legumbres y los granos enteros se encuentra el pescado principalmente, y la carne blanca de ave en cantidades moderadas, mientras que es muy reducida la cantidad de carnes rojas que se incluyen en la misma.