Scarlett Johansson es una de las mayores estrellas actuales de Hollywood, pero hubo una época en la que no estaba nada satisfecha con el camino que estaba tomando su carrera. De hecho, ella misma confesó a Variety que se sintió perdida y que hubo un momento concreto en el que estuvo a punto de tirar la toalla. Todo se debió principalmente a una excelente film de ciencia ficción para la que fue rechazada.

Antonio Rubio se asfixiaba cada vez que tenía que subir tres pisos sin ascensor cuando pesaba 120 kilos y poco tiempo a continuación estaba compitiendo en algunas de las carreras de obstáculos (OCR) más duras del mundo, proclamándose varias veces Campeón de España en su categoría. A continuación describimos una de las historias de motivación que demuestran que con paciencia y perseverancia se pueden lograr metas que un día parecían inalcanzables.

Uno de los errores más divertidos y absurdos de la historia de Hollywood fue pensar que sin lugar a dudas 'Speed' necesitaba una secuela. No solo eso: una secuela en un barco a toda velocidad y sin Keanu Reeves. Es más, creían tanto en ella que le quitaron el guion (ya avanzado) a 'La Jungla 2' para usarlo aquí, en un birbibirloque que el público no compró. Pero han pasado más de 25 años desde aquello y todo el mundo ha olvidado su existencia... Pero no la de la primera 'Speed'.

Sandra Costa tiene en su haber uno de esos cambios físicos que parecen falsos, pero no lo son. Yo mismo he tenido que ver bien su historia para comprobar que la Sandra de hace un año es la misma que la de la actualidad, pero con una estética totalmente distinta. En un año, Sandra ha perdido unos 46 kilos sin cirugía. No solamente ha perdido ese peso, sino que ha cambiado radicalmente su composición corporal, que es mucho más relevante del peso que arroje la báscula.

La violencia más explícita del X-Men más popular y el surrealismo gamberro del mercenario bocazas irrumpen en el Universo Cinematográfico de Marvel derribando la puerta con el primer gran tráiler de el filme Deadpool y Lobezno. Un superproducción con un desatado Ryan Reynolds como Deadpool haciendo de punto de lanza para el gran proyecto de la Casa de las Ideas mientras se prepara una loca transición de décadas del legado mutante de FOX a Disney.