El presente de un país no se puede entender sin su pasado, que incluyen desde unas ruinas que se caen a fragmentos hasta la inefable presencia de los ancestros que esperan reposo ininterrumpido tras su paso temporal por este planeta. Conectar con él y reconocerlo no sólo es una gran manera de evitar la repetición de yerros, puede ayudarnos a construir un nuevo presente.
El arte ha sido una de las mejores maneras que nuestros antepasados han tenido para dejar un legado que siga hablando con nosotros, pero este además corre el riesgo de ser fetichizado y pervertido a través de la explotación. El cine nos ha acostumbrado a glorificar a exploradores, aventureros que recorrían el mundo en búsqueda de antigüedades que se denominaban tesoros porque las posibilidades lucrativas estaban ahí. Es una de las cosas a las que decide responder 'La quimera' ('La Chimera').
Casi un año después de su estreno en el Festival de Cannes, la última película de Alice Rohrwacher ha tenido su estreno en cines españoles, colocándose como la mejor propuesta accesible en un panorama que también incluye la espectacular "Civil War". Con el emergente Josh O"Connor como protagonista, este filme italiana mantiene la tendencia de su directora a la fábula y el realismo mágico, creando un bello pero triste fotografía atemporal de su país.