The Machine Stops (La máquina se detiene) es una novela corta de ciencia ficción escrita por E. M. Forster en 1909.
Yo conocía las buenísimas novelas de E.M. Forster, «Una habitación con vistas» y «Pasaje a la india» (son célebres por las respectivas filmes) pero no había leído el cuento que se elabora en un futuro distópico donde la humanidad vive bajo tierra en pequeñas células individuales y depende completamente de una gigantesca máquina que controla todos los aspectos de sus vidas. Fue Jamie Marsland quien en la edición nº 172 de la newsletter The Repository citó The Machine Stops:
Efectivamente, The Machine Stops nos recuerda a los retos a los que nos enfrentamos con la IA. Es increíble que en 1909, Forster vislumbrara con tanta exactitud la comunicación a través de pantallas y conferencias, y donde el contacto físico se vuelve prácticamente inexistente.
Como nos explicaba Marsland, la trama sigue a dos personajes principales: Vashti, una mujer que adora la máquina y se conforma con la vida que esta le proporciona, y su hijo Kuno, quien siente una creciente insatisfacción y busca experimentar el mundo exterior. Kuno finalmente logra salir al exterior y descubre que la máquina está fallando. A medida que la máquina comienza a colapsar, la humanidad se enfrenta a su dependencia extrema y a las consecuencias de haber abandonado su capacidad de vivir sin la tecnología.