Cada saga de videojuegos cuenta con sus propios villanos de lo más icónicos. En el caso de
Gears of War, una raza de criaturas subterráneas que emergen de las profundidades de la tierra en este mundo postapocalíptico y a los que se enfrentan los humanos en el planeta
Sera. Por lo general, son unos seres musculosos, con una piel escamosa y con una altura bastante considerable.
En definitiva, se tratan de unas bestias con las que hay que andarse con mucho cuidado, aunque un detalle llamativo es que el nombre que se había pensado originalmente para ellos era muy diferente. Para ello hay que remontarse a la época en la que la primera entrega de la saga se encontraba en desarrollo, a comienzos de la década de los 2000.
La idea era que estos seres se conociesen como "The Geist", un nombre que se utiliza para definir a los fantasmas, ya que había una leyenda que decía que eran monstruos que aparecían por la noche y la gente no paraba de desaparecer. Sin embargo, Cliff Bleszinski y su equipo de Epic Games se encontraron con un gran problema:
Nintendo.
El motivo se debe a que durante el desarrollo se llegó a publicar en GameCube un videojuego con el nombre de Geist, el cual también fue registrado oficialmente. Por lo tanto, utilizaba el mismo nombre que se había elegido para los enemigos de
Gears of War, así que Epic Games prefirió optar por la vía fácil y eliminar cualquier tipo de referencia que se había empleado hasta ese momento.