Estamos a pocos meses de que
Windows 10 llegue al fin de su soporte, ya que la gente no quiere actualizar a su sistema más reciente,
Windows 11. Lo mismo ocurre con su navegador que sigue estando en un segundo (o incluso) tercer plano con respecto a la competencia. Algo que siguen confirmando las cuotas de mercado que siguen sin despegar.
En los últimos meses hemos visto como la estrategia de
Microsoft para que usemos su navegador se ha fundamentado en molestar a aquellos usuarios de
Chrome con avisos intrusivos. O incluso ocultando el resultado de búsqueda para descargar el navegador de Google y hasta archivos que querían desprestigiar a
Chrome. Pero nada de esto le ha funcionado.
Si echamos la vista atrás los navegadores de
Microsoft no siempre han tenido muy buena fama. Todos recordamos a Internet Explorer que sin duda se quedó muy atrás y acabó siendo carne de meme. Pero
Edge, pese a contar con un diseño mucho más atractivo y más funcionalidades, sigue sin despegar. Seguramente porque ya dejó atrás el 'tren del éxito' que si supo coger Google con
Chrome.
Fueron pioneros en integrar la inteligencia artificial. El acuerdo que suscribieron con OpenAI permitió integrar ChatGPT como la IA del propio navegador haciéndolo mucho más atractivo de cara a los clientes. Pero el 'boom' que pudo llegar a tener se desinfló casi al momento.
Los datos de cuota de mercado que ofrecen desde StatCounter no son para nada buenos.