La inteligencia artificial (IA) está revolucionando muchos aspectos de nuestra vida, y la creación de contenido es uno de ellos. Las herramientas de IA, permiten crear contenido de manera rápida y eficiente,
lo que ha generado un debate bastante complejo sobre los derechos de autor de este tipo de contenido.
Dicho de otro modo: Si una obra es creada por una máquina,
¿debería considerarse que pertenece al dominio público o debería estar protegida por los derechos de autor del desarrollador de la IA o del cliente que la utiliza? Pues, recientemente, se ha sentado un precedente respecto de este debate.
Un fallo histórico en un tribunal de Pekín ha reconocido los derechos de autor de
una artista de voz sobre su voz sintética, generada a través de
inteligencia artificial (IA). Este caso marca un hito legal en China y sienta un precedente importante para la protección de la voz en la era digital.
La demandante, descubrió que su voz estaba siendo utilizada en
audiolibros en línea sin su consentimiento ni contrato previo. Tras investigar, Yin encontró que una aplicación de IA permitía a terceros imitar su voz y vender los derechos de las grabaciones resultantes a diversas plataformas.
Yin decidió emprender acciones legales contra la empresa desarrolladora de la aplicación de IA, así como contra las plataformas que distribuían los
audiolibros.