Para mejorar la seguridad de nuestra
casa dispositivos como las cerraduras conectadas, videotimbres o mirillas eléctricas están ganando en popularidad. No obstante, a una zona que no es de nuestra propiedad y por la que pasan personas ajenas es una práctica no exenta de polémica y que de hecho, si no se hace adecuadamente, puede incumplir la ley y acarrear demuncias y multas. Si vas a instalar una
mirilla electrónica en
casa, esto es lo que debes saber para respetar la privacidad y cumplir con la legislación.
¿Por qué instalar una
mirilla electrónica? Más allá de la obviedad de mirar quién está al otro lado de la puerta, ofrecen extras respecto a las mirillas tradicionales, como por ejemplo poder ver desde el móvil y sin levantarnos quién llama, recibir notificaciones en el móvil o capturar imágenes.
Las ventajas son claras, pero ojo porque como advertíamos en la introducción, pueden llegar las sanciones. Sirva como ejemplos estos casos denuncia de 300 euros por instalar una
mirilla digital o este otro de una inmobiliaria que colocó una cámara de vigilancia (ambos dispositivos asimilables, como veremos). En ambos casos no comunicaron su intención y por ende, no recibieron el consentimiento de su comunidad. Pero esto es solo la punta de iceberg de obligaciones.