El fallo muscular sucede cuando se alcanza una percepción de esfuerzo tan alta durante una contracción muscular, en concreto cuando la contracción implica el acortamiento de las fibras musculares, que estas son incapaces de seguir haciéndolo para vencer una carga o resistencia.
Llegar a este estado o quedarnos a sus puertas implica alcanzar el mayor estímulo posible para nuestras fibras musculares o, necesarios para que estas se desarrollen hipertróficamente.