La disputa entre seguir teletrabajando o volver a las
oficinas tiene dos posiciones muy claras por todo lo que llevamos viendo en estudios, investigaciones, entrevistas que desde Genbeta hemos realizado o declaraciones de trabajadores y de directivos.
Como hemos visto estos días con la decisión de
Amazon de dar carpetazo al teletrabajo, las empresas y los jefes se decantan por la vuelta a los despachos y muchos de los empleados creen que hacer sus tareas desde casa es más beneficioso. El problema que ven muchas personas es que no entienden qué pueden hacer en la oficina que no hagan desde casa, mientras que el desplazamiento a diario a su puesto de trabajo les quita horas de su vida personal.
Y aquí aparece un concepto por el que abogan muchos expertos. En inglés es "flexibility with intentionality". Es decir, implementar una flexibilidad (por ejemplo, trabajo híbrido que es la forma que se está llevando la palma en todo el debate) y permanentemente haciendo entender a los empleados el por qué de esa forma de laborar. La intencionalidad, el fin de tener que ir a una oficina o no.
Un
experto en recursos humanos que daba las claves para que los empleados vayan
contentos a la oficina: una de ellas era recordar a la gente la relevancia de trabajar en equipo y dar herramientas para que esa colaboración realmente dé frutos.