En Escandinavia hay una palabra que no existe en otro idioma: arbejdsglaede, y se  traduce en felicidad en el trabajo. Para lograrlo, según un experto en bienestar hay que seguir la regla de los tres metros.
Aunque parece un unicornio imposible de lograr, para los escandinavos es tan real que según datos de Eurostat son los trabajadores más felices del mundo.