Cada vez son (somos) más los ciudadanos cansados de recibir a todas horas llamadas comerciales no solicitadas (o, que este problema no ha hecho sino agravarse en los últimos meses. Y esto ocurre justo cuando, a tenor de las reformas legales dirigidas específicamente a solventar este problema, deberíamos haber empezado a ser testigos de una reducción gradual del número de estas llamadas.
Y por si esto no fuera suficiente, hay que reconocer que, por desgracia, algunas las típicas soluciones que proponíamos para estos casos en Genbeta se están desvelando cada vez menos útiles. Hablo, fundamentalmente, de la conocida como
Lista Robinson.
La
Lista Robinson es un servicio gestionado por la Asociación Española de la Economía Digital y tiene como objetivo limitar las comunicaciones comerciales no deseadas. Se trata de un fichero donde cualquier persona puede inscribirse gratuitamente para evitar recibir publicidad telefónica de empresas con las que no tiene ninguna relación previa.
De acuerdo con la normativa vigente, las empresas están obligadas a consultar esta
lista antes de realizar llamadas publicitarias o enviar mensajes promocionales a consumidores.
El objetivo es claro: aquellos que se registran en la
Lista Robinson deberían quedar protegidos de las molestas llamadas de telemarketing. Pero, para muchos, la realidad es otra.