El ejercicio físico es medicina. Una nueva publicación científica suma otra razón más para agregar movimiento a nuestros días: el papel protector del ejercicio aeróbico en el cerebro. Al practicar ejercicio físico se generan diferentes mecanismos que afectan directamente a nuestro cerebro y a frenar su deterioro. El envejecimiento pasará por todos, pero el ejercicio físico puede ralentizar, al menos en parte, sus efectos a nivel neurológico.