Una compañía norteamericana,
Natron Energy, acaba de anunciar sus planes para la construcción de una planta en Carolina del
Norte, con un coste de 1,400 millones de dólares, para la construcción de baterías de iones de sodio, capaz de producir unos 24GW anuales de almacenamiento.
La inversión de Natron se apoya en una subvención de inversión para el desarrollo laboral del gobierno del estado de Carolina del
Norte, basada en que creará más de mil empleos locales de alta calidad y hará crecer la economía del estado en $3,400 millones durante los próximos doce años.
Las baterías de iones de sodio llevan ya bastante tiempo siendo propuestas como una alternativa limitada para las basadas en litio, con características diferentes, pero con una utilidad muy razonable. El sodio es, en primer lugar, uno de los elementos más abundantes y más fácilmente extraíbles del planeta, con todo lo que ello conlleva de facilidad para su uso e incorporación a procesos industriales. Su capacidad de almacenamiento es superior a la del litio y, además, resiste un número muy superior de ciclos de carga y descarga (millones de ciclos frente a los entre tres mil y cinco mil de las baterías de litio).
La mayor limitación del sodio, es su peso: el sodio pesa casi tres veces más que el litio y no puede almacenar la misma cantidad de energía, lo que implica que las baterías de iones de sodio tienden a ser sensiblemente más grandes que las basadas en la química del litio.