Es una obviedad de gran calibre decir que el
iPhone 16
Pro Max es el mejor
iPhone de la historia, al igual que lo será su sucesor de la serie de
iPhone 17. Sin embargo, ninguno de ellos se puede considerar el
iPhone definitivo. No al menos si tenemos en cuenta lo mucho que aún dista de ser lo que un día quiso
Steve Jobs para este dispositivo.
El
iPhone "perfecto" de
Steve Jobs se sustenta, entre otras muchas cosas, de dos elementos fundamentales: un frontal todo pantalla y sin botones. De hecho, así quiso que fuese ya el primer
iPhone lanzado en 2007, aunque por cuestiones técnicas no muy diferentes a las actuales, acabó descartándose. Hoy parece que estamos más cerca y así lo confirman incluso las fuentes más cercanas a la cadena de suministro de Apple.
Más allá de ultimar detalles hasta que resten apenas unas semanas de su entrada en producción, lo cierto es que una compañía de la talla de Apple trabaja a muchos años vista. Y en esa hoja de ruta a medio-largo plazo se ha filtrado ya en más de una ocasión la idea de lanzar un
iPhone sin biseles en el frontal. Literalmente sería un "todo pantalla si finalmente consiguen además ocultar la cámara frontal y los sensores de Face ID.
En The Elec han revelado en estos últimos días que, efectivamente, desde Apple tienen varios proyectos de investigación en marcha junto a LG Display y Samsung Display, dos de sus grandes socios para el suministro de pantallas.