En un reciente giro de acontecimientos, el núcleo de Linux ha sido el centro de una controversia geopolítica, tras la decisión de eliminar a más de 10 desarrolladores rusos de sus roles como
mantenedores. James
Bottomley, confirmó que cualquier persona vinculada a entidades en las listas SDN del
Departamento del
Tesoro de EE.UU estaría sujeta a restricciones, lo que ha significado su exclusión del documento de
MANTENEDORES de Linux.
En respuesta, un representante del Ministerio de Desarrollo Digital de Rusia ha declarado en una entrevista que Rusia planea crear su propia comunidad independiente de Linux. Con este objetivo, el país busca unir desarrolladores de distintas naciones que estén dispuestos a colaborar. Esta iniciativa surgió a raíz de lo que consideran un acto discriminatorio, y están abiertos al diálogo internacional para construir una alternativa única de la plataforma.
Hasta el momento, no hay información sobre posibles alianzas con otros países, aunque se especula que Rusia podría iniciar conversaciones con miembros del grupo BRICS. La eliminación de los desarrolladores ha generado preocupación entre las empresas rusas, con Vladimir Slinko de KasperskyOS destacando las dificultades para que las contribuciones rusas sean compuestas en el núcleo más importante de Linux.