Comida de Navidad de empresa, cena de amigos, Nochebuena, Nochevieja... La acumulación de comidas copiosas en estas semanas es la tormenta perfecta para tener malestar estomacal que se ve con síntomas como el reflujo gastroesofágico. Aunque esta situación puede ser puntual por esa mezcla de comida, existen personas que lo manifiestan de manera crónica.