El embarazo es un periodo sensible para la acumulación de grasa en el futuro debido a cambios metabólicos durante la gestación. La adaptación metabólica inadecuada puede conducir a un exceso de inflamación y exceso de resistencia a la insulina, lo que aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones del embarazo que se asocian con la retención de peso posparto a largo plazo.
Esta etapa de unas 40 semanas es un momento clave para la salud futura del bebé y También para la de la mamá.