El soporte de actualizaciones de seguridad por parte de
Microsoft para
Windows 10 va tocando a su fin. Los clientes tienen hasta octubre de 2025 para seguir optando por estas actualizaciones en sus versiones para el hogar. A pesar de que todavía hay alternativas para mantener
Windows 10 con sus actualizaciones pasada esa fecha,
Microsoft va poco a poco cerrando el telón del que sigue siendo, casi 10 años después de su lanzamiento, el sistema operativo de PC más utilizado.
A los clientes les cuesta despegarse de esta versión, sobre todo teniendo en cuenta que
Windows 11 está dando más quebraderos de cabeza de la cuenta, incluso en su última actualización 24H2. No obstante, a pesar de todo lo que ha cumplido
Microsoft con
Windows 10, aún hay un aspecto que no ha cambiado demasiado tras casi 10 años de evolución: la inconsistencia de sus menús. Y es que
Windows 10 sigue siendo casi el mismo sistema operativo con aires de Frankenstein.
La inconsistencia de la interfaz en
Windows 10 se debe a varias razones que reflejan decisiones de diseño, limitaciones técnicas y un enfoque evolutivo hacia el desarrollo de este sistema operativo. Por un lado, no hay que olvidar que
Windows 10 viene de un conjunto de versiones de
Windows en las que sus componentes se han ido acoplando para garantizar la mayor compatibilidad posible con el software y hardware antiguos.