Entre los recientes tarifazos de
Donald Trump aplicados tanto a sus supuestos aliados â
Canadá y México, un 25% â como a sus supuestos enemigos â
China, un 10% â está una provisión adicional que podría tener importantes implicaciones: la suspensión de los acuerdos de minimis, en vigor desde los años â30, que eximían de impuestos a los envíos de valor inferior a los ochocientos dólares, y que se han disparado hasta los más de 1,300 millones de paquetes en los últimos años merced a compañías de comercio electrónico chinas como Shein, Temu o AliExpress.
El problema de los envíos exentos de impuestos es que, además de reforzar la posición en costes que ya tienen las compañías chinas por sus menores costes laborales unitarios en origen (a los que se añaden cuestiones como el desprecio a la legislación medioambiental, a la seguridad en el trabajo o a muchos otros elementos importantes), disfrutan además de un régimen de inspección muy bajo, lo que en muchos casos permite que pasen productos potencialmente inseguros. En la Unión Europea, de hecho, se están planteando reformas que harían tanto a estas compañías como a la norteamericana Amazon responsables por la venta de productos inseguros o ilegales.