Cada año, la presentación de un nuevo
iPhone genera grandes expectativas, especialmente en lo que respecta a sus cámaras. Este año, el máximo exponente sería el
iPhone 16 Pro y el
iPhone 16
Pro Max, ya que no hay diferencias en las cámaras entre los dos nuevos modelos. Algunas funcionalidades de las nuevas cámaras son el ultra gran angular de 48 megapíxeles, la grabación de vídeo en 4K a 120 fps y la llegada del control de cámara, algo que, a efectos prácticos, no mejora un retrato en sí.
Desde hace años, Apple ha conseguido posicionarse como un referente en la grabación de vídeo y el retrato móvil. Sin embargo, parece que este año las cosas no han salido del todo bien, y es que el
iPhone 16
Pro Max, según el análisis de DXOMARK, ha quedado rezagado frente a otros competidores en lo que a fotografía se refiere.
Si algo sigue siendo imbatible en el
iPhone 16
Pro Max es la grabación de vídeo, y Apple sabe explotar mucho esto. Con novedades como la grabación a cámara lenta en 4K y campañas de marketing tan importantes como la grabación de sus propios eventos con el
iPhone o incluso el último videoclip de The Weeknd, demuestran que es un smartphone maravilloso para todo filmmaker.
Pero cuando se trata de fotografía, el panorama cambia. El
iPhone 16
Pro Max no ha obtenido igualar el éxito de su predecesor.