Conectar un lápiz de memoria a la corriente es absurdo porque no vamos a introducir ni rescatar datos de la red eléctrica. Tampoco vamos a recargar la batería de este dispositivo porque tampoco lo necesita. Sin embargo, es uno de esos experimentos extraños a la par que curiosos. ¿Explotará? ¿Se estropeará?
Ya te adelantamos que no ocurrió ninguna de esas dos cosas, aunque técnicamente sí puede ocurrir algo que lo deje inútil. De ahí que no recomendemos probarlo o no al menos con cualquier cargador. La clave de todo es usar un adaptador de corriente original de Apple o que, en su defecto, tenga certificados de calidad (por ejemplo, el MFi que entrega la propia Apple).
A priori, sólo necesitamos un único lápiz de memoria y un adaptador de corriente, pero como era muy aburrido y queríamos abarcar más opciones, hemos optado por usar varios de cada. En total, tres pendrives, tres adaptadores de corriente y un adaptador de USB-A a USB-C, el cual es necesario teniendo en cuenta que las memorias son todas USB-A.
- Adaptador USB-A de 5 W. Es el antiguo adaptador de Apple que venía en la caja de los iPhone 11 y previos.
- Adaptador USB-C de 67 W. Es el que utilizo para recargar la batería de mi MacBook Air M1.
- Adaptador USB-C de 20 W. Es el que se aconseja para cargar los iPhone más recientes y que uso en mi iPhone 16 Plus.
Por último, la memoria que tenían los pendrives.