La experiencia de ver la evolución (o mejor, la degradación) de
Twitter para convertirse en la herramienta política de propaganda de un billonario, o la de ver cómo otro billonario hace absolutamente lo que le viene en gana con las redes sociales de
Meta sin que nadie pueda hacer nada para evitarlo más que dejar de usarlas ha servido para alumbrar una iniciativa, «Free Our Feeds«, con unos fundamentos iniciales muy interesantes.
La iniciativa es una campaña de recaudación de fondos destinada a proteger la tecnología subyacente de descentralización de Bluesky, llegar a crear un ecosistema de redes sociales abierto que no pueda ser controlado por una sola persona o empresa, incluida la propia Bluesky (que además de liberar el protocolo, ha constituido un fondo independiente de un millón de dólares, Skyseed, para quienes quieran construir sobre él).
La idea es que, aunque todas las iniciativas al comienzo son muy buenas y Bluesky haya prometido no repetir los errores de otras compañías de social media, resulta muy difícil mantener los origenes cuando se mezclan con el dinero, y nadie, ni Bluesky, está a salvo de que un posible éxito arrollador, la entrada de algún capitalista de riesgo, de algún billonario o de otra compañía la pueda transformar, como hemos visto en otros casos, en algo que nos guste mucho menos.