Una sensación que ya se pone desde el minuto uno, con una escena que ya nos es familiar a los que devoramos los adelantos de estos nuevos episodios: la cámara se pone a seguir por los eternos y enrevesados pasillos de la planta "separada" de Lumon a un Mark (Adam Scott) que, como descubriremos, se está reincorporando al trabajo. Su objetivo: localizar a Ms. Casey (Dichen Lachman). No está y han tapiado su despacho.
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No será el único cambio que se encuentre: su departamento de refinamiento de macrodata ha sido suplido al completo, su segunda al mando es extremadamente joven (Sarah Bock) y Cobel (Patricia Arquette) no está en ninguna parte. Según le dicen, han pasado cinco meses y la pequeña rebelión de los dentris ha causado una necesidad de cambiar algo la cultura de la empresa: son la cara de la reforma de
separación.
Luego de un primer episodio centrado absolutamente en este regreso al trabajo de Mark y en el personaje intentando resolver el misterio de su mujer/Ms. Casey a la par que intenta reunir a la banda strong>Irving (John Turturro), Helly (Britt Lower) y Dylan (Zach Cherry) ya el segundo se encarga de rellenar los huecos... incluyendo algunos giros que no desvelaré por aquí pero que serán vitales al menos en los seis episodios que he logrado ver.